
El estilo rústico esta de moda, también en la cocina: los espacios se actualizan para ofrecernos una versión más cálida y tradicional. Frentes sencillos en tonos naturales, encimeras neutras y cómodas y paredes y suelos muy naturales para crear un estilo rústico pero renovado.
Las claves del nuevo rústico en la cocina
A la hora de plantear un estilo rústico renovado se busca una estética clásica que integre ciertos elementos modernos, como los tiradores integrados o las líneas rectas. Frente a la tendencia masiva de crear decoraciones minimalistas, la cocina tradicional propone una cocina con tonos cálidos que generan un espacio acogedor. Este retorno a lo esencial se realiza de una manera cómoda e inteligente para que lo antiguo no esté reñido con lo moderno.
Madera y acero: los materiales del año
La madera se convierte en el material perfecto para una cocina rústica. Aporta calidez visual, contribuye a mantener las condiciones térmicas, es totalmente reciclable y el paso del tiempo le aporta valor.
NOTA: Debido al difícil mantenimiento de este material, también trabajamos con materiales no naturales con la misma apariencia y textura que el original.
Aunque pueda parecer frío, el acero es un material fantástico para las cocinas rústicas. Lo podemos encontrar en electrodomésticos, tiradores y también como encimera de trabajo o antepecho y, también, en el diseño de diversos módulos que completan el conjunto.
La importancia del color
Como hemos dicho que la madera es el principal protagonista, los colores elegidos deberán combinar con él. En este caso, tanto los complementos como los colores siguen esa armonía.
- El beige es el comodín ideal por su neutralidad y aporta un sello natural y delicado a cualquier decoración.
- Los rojos y verdes son una buena opción parara reavivar la naturaleza y lo que acompaña a un ambiente rústico. No podemos olvidar las cocinas blancas de toda la vida que, además de transmitir aspectos de limpieza y orden, incrementan la sensación de luminosidad.
- Las tonalidades terracotas están especialmente indicadas en viviendas desahogadas y con buena entrada de luz. Las opciones más arriesgadas apuestan por colores alejados de esta línea como los violetas, pero que bien combinados también logran el efecto deseado.
Además de los colores planos, podemos hacer uso de plaqueta decorativa, como vemos en la foto, que aporta textura y dinamismo al conjunto, incluso papeles pintados en las zonas de menos uso para aportar un toque distintivo a nuestra nueva cocina.