
La importancia del revestimiento de las paredes
El revestimiento de las paredes de la cocina puede ser de múltiples materiales. Algunos, como la pintura lavable o el papel pintado acrílico son fáciles de renovar y, por lo tanto, los posibles agujeros necesarios para la instalación de accesorios murales pueden arreglarse en un futuro con relativa facilidad.
El problema surge cuando deseamos equipar el frontal de la zona de trabajo con barras, cestillos o ganchos, porque los acabados que se utilizan cerca del fuego y el agua deben resistir sin alterarse las salpicaduras de agua y grasa a altas temperaturas y la acción de los productos de limpieza desengrasantes y desinfectantes que se suelen usar en esta estancia.
En general, se suele utilizar la misma opción que la elegida para la encimera de trabajo, excepto si se trata de madera o posformado; en el resto de los casos revestir el banco de trabajo y el frente con un único acabado crea un conjunto armónico que potencia la sensación de unidad decorativa.
En las cocinas de estilo high-tech suele utilizarse el acero inoxidable para ambos elementos, que resulta un material casi indestructible e higiénico; las piedras naturales o artificiales, porcelánicos y laminados son otras opciones recomendadas para este fin.
En cuanto a su instalación, el antepecho puede aparecer únicamente en la zona de riesgo -cocción y lavado- o revestir la totalidad de la pared para lograr una sensación de continuidad.
Resulta imprescindible garantizar un correcto sellado entre el antepecho y la encimera para evitar las filtraciones de agua y suciedad hacia el mobiliario inferior.