
En los últimos meses el mundo de la cocina ha integrado distintas tendencias: Suelos hidraúlicos, paredes de ladrillo visto, lacas mate y piezas de madera rústica son algunas de las opciones que podemos combinar en la nueva cocina para crear ambientes totalmente modernos y llamativos.
Los suelos cobran protagonismo
Las tradicionales baldosas cerámicas monocolor dan paso a los suelos porcelánicos que pueden imitar distintos materiales como la madera, creando un efecto de tarima de madera natural sin los inconvenientes y fragilidad de la misma.
Además de que son altamente estéticos, tienen muchas otras ventajas: mucho más resistentes al desgaste, rayos UV, las rayaduras y a los productos de limpieza habituales.
Los pavimentos de madera están menos recomendados por los cuidados que requieren y su posible deterioro al entrar en contacto con el agua. Si de todas formas, decides apostar por esta opción, es preferible elegir lamas de madera con tratamientos hidrofugantes y reservar este pavimento para las zonas de comida o estar, en lugar de la de lavado o el centro de cocción, donde siempre se producen salpicaduras de agua y grasa.
Revestimientos de pared
El alicatado tradicional ha pasado de moda, puesto que existen materiales que además de proteger, son altamente decorativos como pueden ser pinturas decorativas extra-resistentes y lavables, papel pintado vinílico etc.
Pero la tendencia más buscada hoy es recuperar el ladrillo visto picando el yeso que lo cubre y proporcionándole un tratamiento de superficie para sellar sus poros y facilitar la limpieza.
Para las construcciones relativamente nuevas que no cuentan con tabiquería de este tipo de ladrillo, se pueden decorar con revestimientos que reproducen con fidelidad el aspecto de diferente tipo de ladrillos. Podemos ver este efecto en multitud de películas americanas contemporáneas y ambientes industriales: