La cocina y el salón, mejor juntos
Esta vez no se trataba tanto de reformar la cocina, sino de prácticamente crear una cocina una desde 0, pues se eliminó por completo la que había. Tras el análisis del espacio y el estilo de vida de los clientes, llegamos a la conclusión de que lo mejor sería una cocina integrada en el salón, es decir, que formara parte del mismo, dándole un gran componente social.
Hoy día la cocina y el salón son las zonas más usadas, de modo que tenerlos juntos facilita mucho las cosas, crea un ambiente más cómodo y discernido. Eso sí, al ser una cocina a la vista ha de ser una cocina de diseño, con una estética bonita y cuidada que forme parte de la decoración del salón, eje neurálgico de la vivienda.
Una cocina moderna y cómoda a la vez
De este modo, diseñamos una cocina moderna con una distribución muy actual: una línea de trabajo que recae sobre la pared, con el apoyo de una isla de cocina. Para el diseño usamos una de las combinaciones de colores más elegantes para un salón: blanco y plata.
Así pues, elegimos los muebles de cocina blancos en alto brillo, con unos tiradores finos, que aporta gran sensación de ligereza. La piedra, también blanca, pues vestirá el verdadero protagonista de la cocina: una isla plateada con efecto de textura rugosa, con un apoyo en acero de alto brillo.
Así pues, damos todo el protagonismo a la pieza central, la isla en plata, que en contraposición con la piedra blanca, supone un precioso elemento decorativo que viste por sí misma toda la estancia.
Además, para más comodidad y como siempre nos gusta hacer, los electrodomésticos van integrados de manera invisible, y el microondas y horno suspendidos en columna.
El resultado lo podéis ver en las fotos, esperamos que os guste!
